Pedro de Osma Gildemeister nació el 4 de Mayo de 1901 y falleció el 18 de septiembre de 1967. Fue un limeño, amante de las bellas artes, heredó junto con su hermana la fortuna de la familia Osma, riqueza procedente de la hacienda azucarera que tenían en Trujillo. La casa data de inicios del siglo XX, época del boom de las haciendas azucareras en la costa norte, durante la República Aristocrática.
En aquella época los valles de La Libertad estuvieron en manos de poderosos terratenientes trujillanos y fueron manejados por tres grandes empresas agrícolas: a) Casagrande en manos de los Gildemeister (familia alemana), b) Roma en poder de los Larco (familia italiana) y c) y Cartavio en manos de la Compañía Grace (empresa británica)
En esa época ser hacendado representaba estar en la cúspide del aparato económico e ir a la par con la época: inyección de capital extranjero y trabajo de los indios "enganchados" que formaron el proletariado agrícola. El mercado internacional favorecía las exportaciones de azúcar: en 1889 se exportaron 45 mil toneladas y hacia 1900, unas 50 mil hectáreas estaban dedicadas al cultivo de la caña.
En esa época se construyó la casa y la bonanza económica favoreció el hecho de que sus porpietarios no tuvieran que trabajar, sino que vivieran de sus rentas por la producción azucarera; en especial Pedro de Osma, que se dedicó a coleccionar obras de arte pictórico, escultórico, mobiliar, etc., que disfrutaba exhibir en su casa y mostrar a los visitantes, mucho antes de pensar en convertir la casa en un museo.
En aquella época era una casa de playa, pues aquella zona de Barranco miraba hacia el mar (no se le había construido nada por delante) y el tranvía pasaba cerca de la casa trasladando a los bañistas que llegaban a la zona a veranear.